Taxi marítimo volador, ¿puede llevarme?
SeaBubble, un taxi marítimo volador, parece sacado de una novela o de una película de ciencia ficción.
Podría ser la solución a los atascos, aunque sólo sea por eso, pero da esperanzas a la gente de tener una ruta más suave, más rápida y menos congestionada.
Todavía no se sabe cuándo entrará en funcionamiento, pero debería estar en todas las vías navegables de París.
Ya se ha probado a lo largo del Sena en París y está recibiendo mucha atención en la ciudad y en el extranjero.
A 150.000 dólares, la SeaBubble no es barata, pero podría ser un futuro lucrativo para las ciudades de todo el mundo.
Se les conoce como taxis voladores porque sus alas reducen la resistencia, proporcionan estabilidad y son capaces de flotar a casi 30 pulgadas sobre el agua.
Los hidroaviones también reducen el riesgo de mareo o cinetosis, lo que facilita la vida de las personas propensas a estas enfermedades.
Las embarcaciones funcionan con una batería de litio y pueden alcanzar y mantener velocidades de hasta 32 kilómetros por hora.
Las SeaBubbles son energéticamente eficientes, no contaminantes y silenciosas.
Son una alternativa limpia a otros medios de transporte y no contribuyen a la contaminación acústica urbana.
¿Cómo funciona la SeaBubble?
Los conductores solicitan un viaje de la misma manera que en otras aplicaciones de transporte.
Una vez que el pasajero ha utilizado la app para hacer una reserva, el anfitrión le ayudará a entrar en el coche por las puertas del ala antes de dejarle marchar.
El interior está diseñado para parecerse a un coche, para que la gente pueda entrar fácilmente.
Una vez cerradas las puertas, la SeaBubble «vuela» por el agua hasta su destino a 11,5 kilómetros por hora.
Una vez en su destino, el barco vuelve a partir y los pasajeros pueden desembarcar. El SeaBubble está diseñado como un cruce entre un barco y un avión.
En los próximos cinco años, la empresa tiene previsto estar presente en unas 50 ciudades de todo el mundo.
La empresa ya está recibiendo solicitudes de ciudades y hoteles de lujo.
Alain Thébaud – cofundador de SeaBubble. Prevé una flota en París y otras ciudades del mundo para ayudar a aliviar la congestión provocada por los millones de coches que circulan por las carreteras actuales.